El Laboratorio de Aguas de la FCA-UNER se llama ahora: “Laboratorio de Análisis de Aguas Ing. Qco. Eduardo Pedro VIVOT – Lic. en Qca. Adriana Margarita Gieco”. El jueves 22 de junio, se realizó el descubrimiento de la placa que homenajea a dos de los impulsores de ese espacio.
Estuvieron presentes en el acto, Eduardo Vivot y familiares de Adriana Gieco, además de gran cantidad de personal de casa que se hizo presente para compartir el momento.
Quienes hicieron uso de la palabra, destacaron el compromiso de Adriana señalando que además de ser una gran docente, investigadora e impulsora para la Facultad y el Laboratorio fue, principalmente, una gran persona abocada por completo a sus estudiantes y una gran compañera para todos los integrantes de la institución.
Durante el acto, Eduardo Vivot recordó los inicios del Laboratorio de Aguas:
“Los inicios se gestan a partir del regreso de la época democrática. Con la normalización y el inicio de concursos ordinarios, los jurados que venían de universidades más grandes ponían el acento en la falta de investigación en nuestros currículums. Esto motivó, sumado al empuje interno de la propia universidad, a iniciar un camino de investigación vinculado con la química y el tema de aguas.
A partir de ahí iniciamos un proyecto sobre calidad de aguas, avanzamos en calidad de aguas subterráneas en los departamentos Paraná y Diamante y, cuanto a la calidad de agua, buscamos justamente los usos agropecuarios: consumo animal, consumo humano, riego. Sobre esa base comenzamos a elaborar técnicas de análisis con los pocos recursos con los que contábamos.
El proyectó llevó casi 5 años y culminó a principios de los 90. A partir de esa experiencia, empezamos a ofrecer servicios de forma gratuita a escuelas, comisarías y entidades sin fines de lucro: análisis de agua sobre todo para consumo humano. Empezamos a formularnos y tomamos el compromiso de hacerlo con todos los registros que podíamos disponer teniendo en cuenta que aún no teníamos un laboratorio certificado. Con todo ese crecimiento, seguimos avanzando.
Lo que rescato del laboratorio, es que en algún momento lo transformamos en el eje de nuestras actividades académicas. Ahí nos reuníamos para coordinar estudiantes y docentes. Eso fortaleció el grupo y permitió formar un equipo de trabajo. Generamos proyectos de extensión, de investigación, dimos charlas y hasta cursos de formación de nivel terciario. Permanentemente nos motivábamos a continuar con los desafíos, con la investigación, pero siempre con el eje centrado en el laboratorio.
Para mi ese fue el leitmotiv más importante del laboratorio y creo que aún lo sigue siendo: el lugar de encuentro y perspectiva para todos aquellos que lo integran”.
La propuesta de cambio de denominación fue aprobada por el Consejo Directivo en junio de 2022 y aprobada por Resolución CD N° 10206/2022,
